Notas de Esperanza

Volver al índice

La alegría de los santos

Imagen principal

🌟 La alegría de los santos

Los santos no fueron personas perfectas ni ángeles en la tierra. Fueron hombres y mujeres de carne y hueso, con debilidades, luchas y caídas. La diferencia es que decidieron poner a Dios en el centro de su vida.

San Francisco de Asís, por ejemplo, fue un joven rico que buscaba placeres y diversión. Pero descubrió que la verdadera alegría no estaba en las fiestas ni en el dinero, sino en seguir a Cristo y servir a los pobres.

Santa Teresa de Calcuta también enfrentó momentos de oscuridad y cansancio, pero nunca dejó de ver a Jesús en los más pobres y abandonados.

La vida de los santos nos enseña que la santidad no es para unos pocos elegidos, sino para todos. La alegría de seguir a Jesús es accesible a cada uno de nosotros, en lo sencillo de cada día: en el trabajo, en la familia, en los momentos de prueba y también en los de gozo.

👉 Ser santo no es ser perfecto, sino vivir con alegría y amor cada momento como un regalo de Dios.

Volver al índice